Un alojamiento web es un espacio donde poder publicar una página web, una tienda online, un foro, una app, o cualquier otra cosa que se quiera que esté presente en Internet.
Sería algo así como una carpeta en tu ordenador que estuviera siempre conectada a la red y todo lo que pusieras en dicha carpeta, pudiera ser accesible al resto del mundo a través de Internet.
Existen varios tipos distintos de alojamientos web, o hosting web, y aquí vamos a valorar las distintas opciones que tiene un usuario para que pueda elegir la opción de hosting que más se adapte a sus necesidades.
Posiblemente, lo que más pueda llamar la atención a un usuario novel es que existe el alojamiento web gratuito.
El hosting gratuito es muy limitado, con pocas opciones y capacidad para el usuario. Normalmente agregan publicidad a los sitios web, que el cliente no puede elegir y en cuanto el sitio web reciba más visitas que las permitidas puede ser bloqueado o invitado a pasar a un plan de pago. Además los términos y condiciones de los planes de alojamiento web gratuitos, suelen incorporar una cláusula en la que se indica que el sitio web podrá ser eliminado sin ninguna responsabilidad.
Un alojamiento gratuito serviría para poco más que para tener una toma de contacto en el mundo del hosting, pero nunca serían recomendables si se quiere realizar un proyecto medianamente serio.
En los distintos tipos de alojamiento web que podemos elegir, los más habituales serian los siguientes:
El alojamiento web compartido es el más habitual y por el que optan la mayoría de los usuarios.
Si bien en un principio la palabra compartido puede ser llamativa, pero no significa que los usuarios compartan sus datos o su información con otros usuarios.
El hosting compartido se refiere a un servidor muy potente en el que se pueden alojar varios sitios web de manera independiente.
Cada uno de esos sitios web comparten los recursos generales del servidor, lo que es una genial manera de compartir también los gastos, reduciendo así el precio que el cliente tiene que pagar por tener su alojamiento web.
Un servidor dedicado puede costar varios cientos de euros al mes, mientras que un alojamiento web compartido se puede conseguir por menos de 3€ al mes.
Par empezar es la mejor opción, además, dentro del hosting compartido existen distintos planes con distintos recursos asignados, como el espacio en disco o la transferencia de datos, en los que el usuario puede elegir en medida de lo grande que sea su proyecto.
Cuando los planes de alojamiento compartido no pueden ofrecer a un sitio web los recursos que necesita, el siguiente paso sería un alojamiento web VPS de los que vamos a hablar a continuación.
Pero antes queremos aclarar unos términos de los alojamientos web compartidos que confunde a algunos usuarios.
Por estadística, la mayoría de los usuarios usan un sistema operativo Windows en sus ordenadores, por eso cuando ven hosting web Linux piensan que no van a saber usarlo y que no es lo que les conviene o no va a funcionar.
Esto no es así. El sistema operativo del ordenador que estemos usando en nuestro PC, no tiene nada que ver con el sistema operativo que use el alojamiento web.
Cuando se habla de un hosting Linux, se refiere a que usa los siguientes herramientas:
Estas herramientas son necesarias para hacer funcionar la gran mayoría de los sitios web que visitamos a diario y son también la más comunes.
Si la intención del cliente es trabajar con los gestores de contenidos más habituales (WordPress, Joomla!, Moodle, etc…), o sistemas de tiendas online (PrestaShop, Magento, etc..), el alojamiento web Linux será la mejor opción a elegir.
Al igual que hemos comentado antes, usemos el sistema operativo que usemos en un ordenador, no influye en el sistema operativo que use el alojamiento web.
El alojamiento web compartido Windows no quiere decir que vamos a controlar nuestro hosting como si de una versión de Windows se tratara, de hecho, en los hosting Windows que ofrece Hostinet, se usa el panel de control Plesk.
El alojamiento web Windows es recomendable cuando se necesita trabajar con aplicaciones ASP, .NET y las bases de datos de Microsoft MSSQL.
Los alojamientos web VPS vienen de las siglas en inglés Virtual Private Server, Servidor Privado Virtual.
Los servidores VPS permiten separar de manera virtual los recursos disponibles en un único servidor.
Esta separación permite que cada alojamiento web VPS se comporte como una máquina independiente, de forma que cada uno pueda instalar el sistema operativo que desee, reiniciar de manera independiente y no compartir los recursos asignados a cada uno de ellos.
Si a un hosting web VPS se le asignan 8GB de memoria RAM, ninguno de los otros alojamientos VPS que funcionen en la misma máquina, podrá tocar esa memoria RAM.
Esta es la mayor diferencia entre el alojamiento web compartido y el alojamiento web VPS.
Con esto se consigue un nivel de independencia y seguridad mucho mayor, sin tener que asumir el gasto de un servidor dedicado.
El precio de los alojamientos web VPS es mayor que los compartidos y suelen usarse en proyectos mayor envergadura, o que requieran una cantidad de recursos específicos.
Sobre estos precios, Hostinet puede realizar modificaciones en los planes VPS a petición del cliente. Es posible asignar más memoria RAM o espacio en disco, por ejemplo, a petición del cliente bajo presupuesto.
Algo a tener en cuenta en un alojamiento web VPS es la administración del mismo.
En los hosting compartidos las administración corre a cargo de la empresa de hosting, pero en los VPS el cliente puede elegir un VPS administrado, o un VPS no administrado, siendo el propio cliente el encargado de administrar el servidor.
Para administrar un servidor VPS se requiere ciertos conocimientos técnicos, más allá de saber usar un panel de control tipo cPanel o Plesk, que el cliente puede contratar con la empresa de hosting o no, según lo desee.
En un alojamiento web VPS no administrado, la única responsabilidad que tiene la empresa de hosting es que el alojamiento esté online. Seguridad, backups, mantenimiento, instalación de módulos, etc… correspondería por parte del cliente.
Los alojamientos web dedicados ya los hemos comentado antes y se trata de una máquina, como lo sería el PC de una oficina o del hogar, que sería la que se encargaría de alojar el proyecto web.
Todos los recursos disponibles estarían dedicados a un único cliente, aprovechando así toda la potencia que el hosting web dedicado pueda ofrecer.
Un alojamiento dedicado se puede usar para lo que se necesite, pero el precio de tener una sola máquina a disposición de un sólo cliente es mucho más elevado que un alojamiento VPS y por supuesto, un alojamiento compartido.
La mayoría de los alojamientos web dedicados se realizan bajo pedido según las necesidades de cada proyecto, memoria RAM, disco duro, conectividad, etc…
En Hostinet no se disponen de tarifas definidas, pero se puede pedir un presupuesto sin compromiso para cualquier tipo de alojamiento web dedicado.
CMS son las siglas en inglés de Content Management System, que traducido quiere decir algo así como Sistema de Gestión de Contenidos.
Por ejemplo, WordPress seria un CMS y un ejemplo muy común de los que sería un alojamiento web CMS sería un hosting WordPress.
Los hosting web CMS se especializan en alojar CMS determinados aplicando las configuraciones necesarias en los servidores para una mayor optimización y aprovechamiento de los recursos.
También se ofrece un soporte técnico especializado para cada uno de los CMS, así como la instalación automática del CMS en el hosting para que el cliente sólo tenga que entrar y empezar a crear contenido, sin preocuparse de las cuestiones técnicas.
En este tipo de alojamiento web se usa el hosting compartido como base, por lo que los planes ofrecidos pueden tener cierta similitud.
En Hostinet se ofrece alojamientos web CMS para WordPress, PrestaShop y Joomla!. También hay un Hosting WooCommerce que se usa cuando se quiere montar una tienda de comercio electrónico en WordPress.
Como extra vamos a hablar de otro tipo de alojamiento web algo distinto, el alojamiento web distribuidores o reseller.
Este tipo de hosting está diseñado para usuarios que ofrecen servicios de hosting a sus clientes.
Por ejemplo, un despacho de diseño gráfico que quiera ofrece un servicio integral a sus clientes que quieran el diseño de un sitio web.
Pueden adquirir unos de estos alojamientos web para distribuidores y ofrecer ellos mismo el hosting a sus clientes sin que tenga que aparecer la marca Hostinet en ningún momento.