Si quieres empezar a vender productos online, pero no tienes ningún producto que vender, el dropshipping puede ser lo que estás buscando.
Por lo general, cuando se monta un eCommerce, se tiene un producto que ofrecer, ya sea un producto físico, como ropa, zapatillas, material deportivo, etc…, o un producto virtual que hayamos creado, como música, cursos online y demás productos intangibles… pero no siempre tenemos que disponer de un producto propio.
Y aunque el término «dropshipping» pueda parecernos algo de la nueva generación es algo muy común en el comercio desde hace siglos y se trata de la figura del comisionista, pero reconvertida a la era de Internet.
Es decir, comprar un producto a un precio para luego venderlo a un tercero por un precio mayor, siendo el intermediario el que se queda con la diferencia de precio, es decir, su comisión, veamos como encaja todo esto en el dropshipping.
Cómo hemos dicho antes, el droshipping se trata de vender productos por Internet, pero sin la necesidad de tener un producto en tu poder, vendiendo los productos de un tercero, y quedándote una comisión, que sería tu beneficio.
Esto también se puede hacer de otras formas, como adquirir un producto en grandes cantidades para rebajar su precio para luego venderlo de forma individual por un precio mucho más caro.
Por ejemplo, cuando nos tomamos un refresco en un bar, el propietario del bar no le ha comprado directamente a la empresa Coca-Cola el refresco, si no que lo ha hecho a través de un distribuidor local que tiene almacenada una gran cantidad del producto y ha comprado a un precio inferior.
También puedes entrar en uno de los muchos bazares chinos que existen en Internet y comprar un lote de productos en gran cantidad y luego ponerlos a la venta en sitios como Amazon a un precio mayor, ganando así una comisión.
Pero en ambos casos necesitas logística, espacio para almacenaje y el dinero para comprar el producto, dinero que arriesgamos nosotros, claro está.
Con la llegada de Internet las reglas del juego cambiaron y los mayoristas podían ofrecer su catálogo a todo el mundo a través de su web, como ya hacen, pero también podían ofrecer su catálogo a intermediarios online, los cuales se encargarían de vender sus productos a cambio de una comisión y de esta forma empezó el dropshipping.
Lo bueno del dropshipping para el vendedor es que no necesita almacenar el producto en su casa o un almacén y sólo cuando se compra un producto, el vendedor realiza el pedido al mayorista y este lo envía directamente al comprador.
Es decir, que el producto nunca pasa por las manos del vendedor, lo que le quita un montón de problemas logísticos y le ahorra un montón de tiempo, tiempo que puede invertir en vender más y más productos.
El riesgo es mínimo y la inversión inicial también puede ser muy reducida, aunque de eso hablaremos más adelante.
Como todo, el dropshipping tiene sus ventajas y sus desventajas. Dependiendo del tipo de negocio online que quieras montar, podrá encajar o no con lo que tengas en mente.
Existen muchas variables que pueden alterar las ventajas y desventajas del dropshipping, pero estas son las más evidentes.
Si estás decidido a montar un negocio dropshipping necesitas ciertas cosas, ya que, aunque no debas tener físicamente los productos, necesitaras poder ofrecerlos de forma online.
Para ello necesitarás un nombre de dominio desde el que poder montar tu página web, esto es indispensable, sin un nombre de dominio no podrás montar ninguna tienda online, a no ser que uses subdominios de otras empresas, pero es no es aconsejable si quieres un proyecto serio.
A la hora de elegir un nombre de dominio tenemos varias opciones, pero no hay una opción buena y una opción mala, aunque siempre debes actuar con coherencia.
Por ejemplo, si tu público está orientado al territorito español, un dominio .ES parece el adecuado, pero si eliges un dominio .COM tampoco habría ningún problema.
Lo que no es lógico es comprar un dominio territorial de otro país en el que piensas trabajar o usan un idioma distinto o contratar un dominio con una extensión particular, como un dominio .viajes si tu negocio no tiene nada que ver con el turismo, agencia de viajes, etc…
También puedes elegir el nombre del dominio haciendo referencia al tipo de producto que estás interesado en ofrecer en tu dropshipping o buscar algo más genérico.
Por ejemplo, Amazon.com es muy genérico y pero un dominio como Hostinet.com está asociado a servicios de hosting web. Todo depende de tus gustos y preferencia para escoger el dominio que más se adapte a tus necesidades.
Un consejo muy habitual es intentar conseguir un nombre de dominio fácil de recordar, lo más corto posible, que la gente no tenga que hacer un esfuerzo mental para recordarlo.
Un dominio demasiado específico del tipo: Vendemoslibretaslibrosfoliosydemasmateiraldeoficina.com no es una buena opción para nada.
Si vas a montar una página de venta dropshipping, ¡necesitas un proveedor dropshipping!
Si haces una búsqueda en Google de «proveedores de dropshipping», encontrarás cientos de resultados y en estos sitios web te recomendarán este u otro proveedor dropshipping.
Cada uno de estos proveedores tendrán sus propias normas y condiciones que tendrás que aceptar si quieres trabajar con ellos.
Por lo general encontraras dos tipos de proveedores. Gigantes como BigBuy.eu, que es el mayor proveedor en Europa y en el que encontrarás prácticamente todo tipo de productos o un proveedor especializado en una gama de productos.
Si haces una búsqueda podrás encontrar proveedores de dropshipping especializados de prácticamente cualquier cosa y va en serio.
Si haces una búsqueda en Google poniendo: dropshipping (lo que se te ocurra), te sorprenderá de los resultados.
Recomendarte uno u otro es algo que no podemos hacer, ya que se trata de una decisión muy personal y cada uno puede ser la mejor opción para las distintas situaciones o tipos de negocio.
Lo que si es recomendable es que leas los términos y condiciones, antes de decidirte por alguno de ellos.
Leer lo términos y condiciones es, con toda seguridad, algo que no te apetece para nada, pero puede librarte de muchas situaciones comprometidas.
Por ejemplo, puedes publicitar los productos del proveedor de dropshipping de una forma que no esté permitida por los términos y condiciones, lo que podría llevarte a perder las comisiones obtenidas o la cancelación de la cuenta.
Montar y promocionar el dropshipping no es algo que se pueda hacer en unos minutos, lleva su tiempo, así que ten en cuenta las condiciones del proveedor antes de elegirlo.
Algo imprescindible para montar tu tienda dropshipping es contratar un servicio de hosting web o alojamiento web, como también se conoce.
En el servicio de hosting es donde se alojan los archivos de la página web, base de datos, correo electrónico, etc…
Aunque el proveedor se ocupe del catálogo, envíos, almacenamiento de la mercancía y todo lo demás, tú necesitas un sitio desde donde poder mostrar los productos para poder venderlos y eso es el hosting.
Hay muchos tipos de hosting web y cualquiera de ellos te podría valer para montar un negocio dropshipping, pero la clave está en la palabra «podría».
Un hosting básico cuenta con 1 GB de espacio y 10 GB de transferencia mensual y con esto ya podrías montar tu tienda dropshipping, pero claro, depende del proveedor, su catálogo, las veces que se actualiza, etc…
Si el catálogo del proveedor que escojas ocupa 15 GB porque ofrece muchos productos con muchas fotos y de gran calidad, obviamente necesitarías un hosting con muchos más recursos que un Básico.
Luego está las veces que se actualice ese catalogo, una vez al día, varias veces al día, 1 vez al mes… Cada vez que el proveedor de dropshipping se conecte a tu hosting para actualizar su catálogo consume transferencia de datos.
La transferencia de datos de datos depende del hosting contratado y vuelve a 0 cada días 1 del mes. Es decir que si tu hosting tiene 10 GB de transferencia mensual, esta se va «gastando» hasta que llega el día 1 de cada mes en el que el contador vuelve a cero.
La transferencia se gasta cada vez que se carga un archivo web, se visualiza una imagen, se envía un email, se sube un archivo por FTP o cada vez que se sincroniza el catálogo con nuestros proveedor de dropshipping.
Si nuestro proveedor dropshipping ofrece un catálogo muy amplio y lo actualiza muy a menudo, necesitaremos un hosting con una transferencia de datos más elevada.
En algunas ocasiones es necesaria alguna característica en particular para que el dropshipper funcione correctamente, como acceso SSH o añadir alguna función PHP que en alojamientos compartidos no es posible facilitar.
En estos casos, necesitarías un servidor VPS, los cuales se pueden configurar a medida con lo que necesitemos, memoria RAM, CPU, espacio en disco, etc…
Quizás te estés preguntando cómo vas a saber qué necesitas, si no hay nada creado aun y estás en lo cierto, es imposible de saber.
Por suerte, la mayoría de proveedores de dropshipping suelen ofrecer las características técnicas del hosting que necesitas, así que sólo tendrás que consultarles.
También te podrán decir si trabajan con un CMS como WordPress o por el contrario necesitas tener una tienda PrestaShop funcionando para poder trabajar con ellos.
Además, si tu tienda dropshipping tiene éxito y recibes un montón de visitas al día es posible que la elección del hosting que hayas contratado se quede pequeño y necesite más recursos.
No hay problema, ya que podrás ampliar tu plan de hosting contratado en Hostinet en cualquier momento, pagando sólo la diferencia prorrateada.
Así que ya sabes, sólo necesitas ponerte manos a la obra para tener tu propio negocio online dropshipping funcionando y ganar dinero con tu web.